El tango ha viajado de los puertos y burdeles a las más prestigiosas salas de concierto. Por su lado, el cuarteto de cuerdas ha viajado de los palacios de Nikolaus Estherházy a finales del siglo XVIII a las más diversas salas de concierto y, hoy día, hasta bares y estadios. Este disco, un paso más en la exploración que algún día iniciara Astor Piazzolla de estos dos mundos y la mezcla de sus sonoridades, es un reflejo más de nuestra actualidad globalizada e interconectada en la que cinco artistas latinoamericanos emprenden un viaje de autodescubrimiento, conocimiento y celebración de la riqueza de sus diferencias.